A partir de los 25 años nuestra producción natural de colágeno comienza a reducirse, aunque los efectos de esta reducción no empiezan a notarse hasta diez años después. Es en ese momento cuando el deterioro de la piel se hace visible, con falta de hidratación, volumen, luminosidad y la aparición de las primeras arrugas. Pero la mesoterapia facial de larga duración es la solución perfecta para ponerle freno.
Este proceso de deterioro de la piel se acelera aún más en personas que tienen hábitos perjudiciales, como el consumo de tabaco o una frecuente exposición al sol. Pero estos signos no solo son visibles en el rostro, sino también en otras zonas como el escote, cuello y el dorso de las manos.
La mesoterapia facial de larga duración
Esta nueva mesoterapia facial es tan duradera porque combina el ácido hialurónico de bajo y alto peso molecular. Y así es cómo funciona:
- El alto peso molecular se aplica para alisar las líneas de expresión, los surcos y las arrugas.
- El bajo peso molecular es perfecto para conseguir un mayor soporte estructural y una mayor duración de los efectos del tratamiento.
Efectos más duraderos y en una sola sesión
Se trata de un tratamiento médico estético que en una sola sesión hidrata la piel y la reafirma, además de corregir arrugas y cicatrices y aportar luminosidad. La duración de estos efectos está entre los 9 y los 12 meses. Con las mesoterapias faciales convencionales también se logran estos resultados, pero son necesarias varias sesiones, con la consecuente inversión de tiempo por parte del paciente.
¿En qué pacientes está recomendada su aplicación?
La nueva mesoterapia de larga duración está recomendada para aquellos pacientes que quieran corregir o mejorar los siguientes aspectos de su rostro:
– Arrugas superficiales y líneas finas.
– Piel deshidratada.
– Pérdida de elasticidad.
Aplicación de la mesoterapia
Una de las principales diferencias entre la mesoterapia convencional y la mesoterapia de larga duración es cómo se lleva a cabo su aplicación. Para conseguir esos efectos duraderos a medio plazo y en una sola sesión, la mesoterapia facial de larga duración se realiza en una zona más profunda de la piel, mientras que la convencional se aplica de manera más superficial.
Alta tolerancia, biocompatible y reabsorbible
Sin duda, una de las grandes ventajas de este tratamiento es su alta tolerancia por parte de los pacientes. Esto se debe a que se trata de una única sesión en la que la aplicación del tratamiento no es dolorosa, únicamente puede provocar alguna molestia, en cuyo caso se aplica un anestésico local para evitarla.
Además, el ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de forma natural en diversos tejidos del cuerpo humano, por lo que su aplicación externa es totalmente biocompatible y reabsorbible. Estas características convierten a la mesoterapia facial de larga duración en un tratamiento que no tiene efectos secundarios.
En resumen, este tipo de mesoterapia facial aporta resultados a medio plazo para el paciente que quiere conseguirlos en una única sesión. Indolora y sin efectos secundarios, se trata de una solución perfecta para corregir y mejorar las arrugas del rostro, la falta de elasticidad y la deshidratación de la piel.