A todos nos gustaría tener un rostro joven y sin arrugas. Lo cierto es que, con el paso del tiempo, la piel va perdiendo su elasticidad. No solo se trata de un proceso natural que avanza con la edad sino que el llevar hábitos de vida poco saludables, como una mala alimentación, el abuso del tabaco o el alcohol, así como una mayor exposición al sol o los cambios hormonales, pueden provocar que no nos veamos igual que antes frente al espejo.
El resultado: arrugas prematuras, manchas, flacidez y ojeras, un conjunto de factores que ayudan a que parezcamos tener más edad de la que en realidad tenemos. Sin embargo, en la actualidad es posible encontrar una gran variedad de técnicas y productos especializados en prevenir estos problemas o mejorar los que ya tenemos, como por ejemplo: el ácido hialurónico, los hilos tensores, Dermalinfusion y radiofrecuencia.
Ácido hialurónico
El ácido hialurónico es la sustancia más utilizada en los rellenos faciales, ya que permite reducir los primeros signos de la pérdida de elasticidad y firmeza de la piel. Además, según la zona de aplicación, permite aumentar el volumen de los labios, recuperar el surco nasogeniano, corregir imperfecciones y mantener una piel saludable e hidratada.
Se trata de una sustancia reabsorbible que será eliminada por el cuerpo de forma progresiva, por lo que su efecto es temporal (sus efectos suelen durar de seis meses a un año).
Hilos tensores
Este tratamiento está dirigido principalmente a aquellas personas entre 40 y 60 años que necesitan revertir los signos de envejecimiento en ese triángulo de belleza que componen el mentón y los pómulos. Existen tres tipos de hilos cuya finalidad es obtener tres funciones diferentes: hilos monofilamentos (que estimulan el fibroblasto y aumentan la producción de colágeno de la segunda capa de la piel), hilos entrelazados, (a la función anterior de estímulo de la dermis, le añaden la de la de generar un cierto relleno en la zona que se infiltran) o hilos de tensado espiculados o con conos tridimensionales (que intentan desplazar áreas de la piel o de sus comparti-mentos grasos superficiales.
Dermalinfusion
El tratamiento de Dermalinfusion exfolia, limpia e infusiona la piel de forma simultánea. Al infundir la piel con sueros en el momento de la exfoliación, la piel experimenta la penetración máxima de ingredientes activos a profundidades óptimas de la piel, y una mayor receptividad y retención de suero a un nivel más profundo. Debido a la tecnología distintiva simultánea de Dermalinfusion, se optimizan el volumen, la hidratación, el tono y la textura.
Radiofrecuencia
La radiofrecuencia es un tratamiento estético que consiste en la estimulación de colágeno para combatir el envejecimiento del rostro. Funciona mediante la aplicación de ondas de radiofrecuencia que producen energía en forma de calor sobre el tejido subcutáneo estimulando la migración de fibroblastos, provocando la contracción de las fibras de colágeno, responsable de tensar las capas profundas de la piel, y fomentando su producción. Se trata de una técnica efectiva e indolora y sus efectos se notan desde
la primera sesión.
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